MARIE Y PIERRE CURIE
Marie Curie (de
soltera Marie Sklodowska, Varsovia, 1867-cerca de Sallanches, Francia, 1934) y
Pierre Curie (París, 1859–id., 1906). Matrimonio de químicos franceses. Polaca
de nacimiento, Marie Sklodowska, se formó en su país natal y en 1891 marchó a
París para ampliar estudios en La Sorbona. Se licenció por dicha universidad en
el año 1893, y se doctoró diez años más tarde. Poco después de su llegada a
Francia conoció al físico francés Pierre Curie, con quien se casó en 1895.
Fruto de esta unión serían sus dos hijas, Ève e Irène.
Pierre y Marie Curie
Marie fue inicialmente
profesora de la Escuela Normal Femenina de Sèvres (1900), y luego ayudante de
Pierre Curie en su laboratorio a partir de 1904. Al suceder a su marido, a la
muerte de éste, en su cargo de profesor de la Universidad de La Sorbona, se
convirtió en la primera mujer en ocupar un puesto de estas características en
Francia.
Pierre Curie,
licenciado por La Sorbona y doctorado en 1895 por esta misma universidad, había
sido nombrado profesor de esta institución en el año 1900. Antes de iniciar su
colaboración con Marie, trabajó en el campo de la cristalografía en
colaboración con su hermano, descubriendo la piezoelectricidad (1880).
En 1895 comprobó que los cuerpos
ferromagnéticos se transforman en paramagnéticos a partir de cierta temperatura
conocida hoy como «punto de Curie». Determinó la relación entre paramagnetismo
y temperatura (ley de Curie) y estableció la diferencia entre paramagnetismo y
diamagnetismo. Se le debe también la invención de una balanza de torsión,
conocida como balanza Curie-Chèneveau, que permite efectuar pesadas de alta
precisión.
En 1896 inició la colaboración con su esposa en el estudio de la
radiactividad, descubierta por el físico francés Henri Becquerel, trabajos que
darían como principal fruto el descubrimiento de la existencia de dos nuevos
elementos en 1898: el polonio, nombre que se le dio en recuerdo de la patria de
Marie, y el radio. La dificultad de estos estudios se evidencia si se tiene en
cuenta que para obtener un solo gramo de cloruro de radio puro el matrimonio
tuvo que tratar ocho toneladas del mineral conocido como pechblenda.
A partir de entonces, Marie se concentró en la obtención de radio
metálico, lo cual logró en colaboración con A. Debierne, mientras que Pierre
estudió las propiedades químicas, fisiológicas y luminosas de las emisiones
radiactivas, que clasificó, según su carga, en positivas (rayos alfa), neutras
(rayos gamma) y negativas (rayos beta).
Tras el fallecimiento de Pierre, Marie continuó los trabajos y fundó el
Instituto del Radio (1914), en el que llevó a cabo un profundo estudio de las
aplicaciones de los rayos X y de la radiactividad en campos como el de la
medicina, y consiguió la obtención numerosas sustancias radioactivas con
diversas aplicaciones. Entre las muestras de dicha colección destaca la que, en
1921, le entregó el presidente de Estados Unidos, Harding, que había sido
costeada con aportaciones voluntarias de innumerables mujeres del país
americano.
Los esposos Curie fueron galardonados en 1903, junto a H. Becquerel, con
el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de la radiactividad. Ocho años
más tarde, Marie recibió el Premio Nobel de Química en reconocimiento por los
trabajos que le permitieron aislar el radio metálico, con lo cual se convirtió
en la primera persona en la historia merecedora en dos ocasiones de dicho
galardón.
CHARLES
DARWIN
Charles Robert Darwin nació en Sherewsbury el 12 de febrero de 1809. Fue
el segundo hijo varón de Robert Waring Darwin, médico de fama en la localidad,
y de Susannah Wedgwood, Su abuelo paterno, Erasmus Darwin, fue también un conocido
médico e importante naturalista.
En octubre de 1825 Darwin ingresó en la Universidad de Edimburgo para
estudiar medicina por decisión de su padre, sin embargo Darwin no consiguió
interesarse por la carrera; por la
repugnancia de las operaciones quirúrgicas, luego su padre le propuso una
carrera eclesiástica. Darwin aceptó con gusto la idea de llegar a ser un
clérigo rural y, a principios de 1828, después de haber refrescado su formación
clásica, ingresó en el Christ's College de Cambridge.
Una nueva vida
Pero en Cambridge, como antes en Edimburgo y en la escuela, Darwin
perdió el tiempo por lo que al estudio se refiere, a menudo descuidado para dar
satisfacción a su pasión por la caza y por montar a caballo. Darwin en 1831 se
interesase por la geología, y (comenzó a tener ideas evolucionistas); por otra
parte, lo que es aún más importante, fue Henslow un amigo quien le proporcionó
a Darwin la oportunidad de embarcarse como naturalista con el capitán Robert
Fitzroy y acompañarle en el viaje que éste se proponía realizar a bordo del
Beagle alrededor del mundo.
Charles Darwin
El viaje del
Beagle
Casi cinco años de duración, llevó a Darwin a lo largo de las costas de
América del Sur, para regresar de haber visitado las islas Galápagos, Tahití,
Nueva Zelanda, Australia, Mauricio y Sudáfrica. Su atención resultaba cada vez
más absorbida por los aspectos científicos de su actividad. El estudio de la geología fue, en un
principio, el factor que más contribuyó a convertir el viaje en la verdadera
formación de Darwin como investigador, ya que con él entró inexcusablemente en
juego la necesidad de razonar. En Sao Tiago tuvo por vez primera la idea de que
las rocas blancas que observaba habían sido producidas por la lava derretida de
antiguas erupciones volcánicas, la cual, al deslizarse hasta el fondo del mar,
habría arrastrado conchas y corales triturados comunicándoles consistencia
rocosa. La teoría sobre la formación de los arrecifes de coral por el
crecimiento de éste en los bordes y en la cima de islas que se iban hundiendo
lentamente. Entre los logros científicos
obtenidos por Darwin durante el viaje está la estructura geológica de algunas
islas como Santa Elena, está el descubrimiento de la existencia de una cierta
semejanza entre la fauna y la flora de las islas Galápagos con las de América
del Sur, así como de diferencias entre los ejemplares de un mismo animal o
planta recogidos en las distintas islas, lo que le hizo sospechar que la teoría
de la estabilidad de las especies podría ser puesta en entredicho. Fue la
elaboración teórica de esas observaciones la que, años después, resultó en su
enunciado de las tesis evolutivas.
La teoría de la
evolución
Darwin completó la redacción de sus trabajos sobre temas geológicos y se
ocupó por su obra sobre sus expediciones;
en las notas autobiográficas que redactó en 1876 (reveladoramente tituladas
como Recollections of the Development of my Mind and Character)
Esos años de trabajo sirvieron para convertirlo en un verdadero naturalista
según las exigencias de su época, añadiendo al aprendizaje práctico adquirido
durante el viaje la formación teórica necesaria para abordar el problema de las
relaciones entre la historia natural y la taxonomía. Darwin trabajó en el desarrollo de sus ideas acerca de la evolución de
las especies.
Arquímedes
(Siracusa, actual Italia, h. 287 a.C.-id., 212 a.C.) Matemático griego.
Hijo de un astrónomo, quien probablemente le introdujo en las matemáticas,
Arquímedes estudió en Alejandría, donde tuvo como maestro a Conón de Samos y
entró en contacto con Eratóstenes; a este último dedicó Arquímedes su Método,
en el que expuso su genial aplicación de la mecánica a la geometría, en la que
«pesaba» imaginariamente áreas y volúmenes desconocidos para determinar su
valor. Regresó luego a Siracusa, donde se dedicó de lleno al trabajo
científico.
De la biografía de Arquímedes, gran matemático e ingeniero, a quien
Plutarco atribuyó una «inteligencia sobrehumana», Hallándose en un
establecimiento de baños, advirtió que el agua desbordaba de la bañera a medida
que se iba introduciendo en ella; esta observación le inspiró la idea que le
permitió resolver una duda… donde salió gritando «Eureka! Eureka!», es decir,
«¡Lo encontré! ¡Lo encontré!».
La idea de Arquímedes está reflejada en una de las proposiciones
iniciales de su obra Sobre los cuerpos flotantes, pionera de la
hidrostática, Arquímedes aseguró que, si le daban un punto de apoyo,
conseguiría mover la Tierra; se cree que lo logró sin esfuerzo mediante un
complicado sistema de poleas, poner en movimiento un barco con su carga.
Entre
sus inventos más destacados encontramos la palanca, la polea (simple y compuesta),
las catapultas y numerosos elementos destinados a la defensa.
Louis Pasteur
(Dôle, Francia, 1822-St.-Cloud, id., 1895) Químico y bacteriólogo
francés. Formado en el Liceo de Besançon y en la Escuela Normal Superior de
París, en la que había ingresado en 1843, Louis Pasteur se doctoró en ciencias
por esta última en 1847.
Al año siguiente, sus trabajos de química y cristalografía le
permitieron obtener unos resultados espectaculares.
Louis Pasteur
Profesor de química en la Universidad de Estrasburgo en 1847-1853, Louis
Pasteur fue decano de la Universidad de Lille en 1854; en esta época estudió
los problemas de la irregularidad de la fermentación alcohólica. En 1857
desempeñó el cargo de director de estudios científicos de la Escuela Normal de
París, cuyo laboratorio dirigió a partir de 1867. Desde su creación en 1888 y
hasta su muerte fue director del Instituto que lleva su nombre.
Las contribuciones de Pasteur a la ciencia fueron numerosas, y se
iniciaron con el descubrimiento de la isomería óptica (1848) mediante la
cristalización de un ácido, del cual obtuvo cristales de dos formas diferentes,
en lo que se considera el trabajo que dio origen a la estereoquímica.
Estudió también los procesos de fermentación, tanto alcohólica como
butírica y láctica, y demostró que se deben a la presencia de microorganismos y
que la eliminación de éstos anula el fenómeno (pasteurización). Demostró el
llamado efecto Pasteur, según el cual las levaduras tienen la capacidad de
reproducirse en ausencia de oxígeno. Postuló la existencia de los gérmenes y
logró demostrarla, con lo cual rebatió de manera definitiva la antigua teoría
de la generación espontánea.
En 1865 Pasteur descubrió los mecanismos de transmisión de la pebrina,
una enfermedad que afecta a los gusanos de seda y amenazaba con hundir la
industria francesa. Como consecuencia de sus trabajos, enunció la llamada
teoría germinal de las enfermedades, según la cual éstas se deben a la
penetración en el cuerpo humano de microorganismos patógenos.
Después de 1870, Louis Pasteur orientó su actividad al estudio de las
enfermedades contagiosas, de las cuales supuso que se debían a gérmenes
microbianos infecciosos que habrían logrado penetrar en el organismo enfermo.
En 1881 inició sus estudios acerca del carbunco del ganado lanar, y consiguió
preparar una vacuna de bacterias desactivadas, la primera de la historia.
La continuación de sus investigaciones le permitió desarrollar la vacuna
contra la rabia, o hidrofobia, cuyo virus combatió con una vacuna lograda
mediante inoculaciones sucesivas en conejos, de las que obtenía extractos menos
virulentos. La efectividad de esta vacuna, su última gran aportación en el
campo de la ciencia, se probó con éxito el 6 de julio de 1885 con el niño
Joseph Meister, que había sido mordido por un perro rabioso y, gracias a la
vacuna, no llegó a desarrollar la hidrofobia. Este éxito espectacular tuvo una
gran resonancia, así como consecuencias de orden práctico para el científico,
quien hasta entonces había trabajado con medios más bien precarios.
El apoyo popular hizo posible la construcción del Instituto Pasteur, que
gozaría a partir de entonces de un justificado prestigio internacional. En 1882
fue elegido miembro de la Academia Francesa.
GALILEO GALILEI (1564-1642)
Galileo nació en Pisa en 1564. Su padre, Vincenzo Galilei fue un músico
de indudable espíritu renovador, defensor del cambio de una música religiosa
enquilosada en favor de formas más modernas.
A la edad de 17 años, Galileo siguió el consejo de su padre y empezó a
cursar medicina en la Universidad de Pisa. Más adelante decidió cambiar al
estudio de las matemáticas con el consentimiento paterno bajo la tutela del
matemático Ricci (expero en fortificaciones). Su notable talento para la
geometría se hizo evidente con un trabajo en el que extendía ideas de
Arquímedes para calcular el centro de gravedad de una figura.
A los 25 años se le asignó la cátedra de matemáticas en Pisa, a la edad
de 46 años, en 1610, Galileo desarrolló el telescopio consiguiendo gracias a
ello una posición permanente con un buen sueldo en Padua. Presentó sus
asombrosos descubrimientos: montañas en la luna, lunas en Júpiter, fases en
Venus. Astutamente, dio el nombre de la familia Medici a las lunas de Júpiter
logrando así el puesto de Matemático y Filósofo (es decir Físico) del Gran
Duque de la Toscana.
Los descubrimientos astronómicos de Galileo favorecían dramáticamente al
sistema copernicano, lo que presagiaba serios problemas con la Iglesia. En
1611, Galileo fue a Roma para hablar con el padre Clavius, artífice del
calendario Gregoriano y líder indiscutible de la astronomía entre los jesuitas.
Clavius era rehacio a creer en la existencia de montañas en la luna, actitud
que dejo de defender tras observarlas a través del telescopio.
Pero, poco a poco, nuevos descubrimientos como el de las manchas solares
añadidos a la inusitada contundencia de Galileo para refutar y ridiculizar a
sus oponentes le fueron granjeando enemistades. La complejidad de la situación
se acentuó y Galileo fue reconvenido a no defender sus ideas. El cambio de
Papa, ahora Urbano VIII, inicialmente admirador de Galileo, le llevaron a
aumentar el nivel de defensa de sus ideas.
En 1632, Galileo publicó su Diálogo, donde su defiende el sistema
heliocéntrico. Galileo, padre de la ciencia moderna, defendió la matematización
de la naturaleza.
ALBERT EINSTEIN
Albert Einstein nació el 14 de marzo de 1879 en Ulm, Alemania,
hijo de Hermann Einstein y Pauline Koch. A pesar de tener padres judíos
concurre a una escuela católica en Munich, donde la familia poseía un local de
venta de artefactos eléctricos.
Si bien no habló hasta los tres años y contaba con una personalidad
introspectiva y dificultades de aprendizaje, a temprana edad demostró un
vivo interés por la naturaleza, las matemáticas y la geometría, ciencia esta
última que aprendió a los 12 años por motus propio. En 1881 nace su hermana
Maya. A los 15 años (1894) su familia se muda a Italia, a la ciudad de
Milán, debido a los fracasos económicos. Albert Einstein se une a
ellos, dejando los estudios que incluía materias, fuera de las matemáticas y la
física, que detestaba, por el lapso de un año; en 1896 decide partir a
Arrau, Suiza para culminar la escuela media. Concluye su preparación en la
Escuela Politécnica Federal Suiza, donde se gradúa como maestro secundario de
matemática y física, bajo las enseñanzas de Heinrich Weber y Minkowski.
En los trabajos publicados en 1905 examinó los principios de la
energía electromecánica de Planck, las ecuaciones electromagnéticas de Maxwell
y las leyes de la termodinámica, para explicar sus conceptos sobre el efecto
fotoeléctrico, base de la actual mecánica cuántica. El creía que no se
necesitaba una teoría sobre la materia sino sobre la medición.
Ese mismo año
propuso su teoría especial de la relatividad (cuyo título era “acerca
de la dinámica de los cuerpos en movimiento”) donde destruyó la teoría
newtoniana en que las leyes de la física eran constantes en cualquier tiempo y
espacio, imperantes durante dos siglos. Así, el tiempo, al igual que la
longitud y la masa, es una función de velocidad y un marco de referencia, es
decir, con términos de medición relativos más que absolutos. El logró
sintetizar elementos propuestos por otros científicos en una teoría coherente.
Después de 1905, y luego de estudiar y resolver, también,
cuestiones sobre estadística mecánica, Einstein elaboró su Teoría General de la Relatividad, como
principio que intentaba explicar el electromagnetismo como la aceleración
gravitacional a la luz de algunas leyes físicas. Predijo la curvatura de la luz
estelar y el movimiento orbital de los planetas.
Manuel Elkin Patarroyo
Nació en Ataco, Tolima, Colombia, 3 de noviembre de 1946. Es un inmunólogo colombiano. Culminó
sus estudios de bachillerato en el Colegio
José Max León. Posteriormente ingresó a la Universidad Nacional de Colombia
para estudiar Medicina donde empezaría una brillante carrera en el campo
científico. Desde pequeño, Patarroyo sintió admiración por Luis Pasteur,
la inmunología y la virología, de modo que su carrera profesional se orientó a
la investigación en diversos centros nacionales y extranjeros, en particular
estadounidenses y suecos. En la Universidad Nacional fundó el Instituto de
Inmunología del Hospital San Juan de Dios, en el cual ha adelantado
investigaciones sobre lupus, marcadores genéticos, leucemia, susceptibilidad
genética de la fiebre reumática, tuberculosis y lepra.
Hizo el primer intento para fabricar una vacuna
sintética para la malaria, enfermedad transmitida por mosquitos y que afecta
millones de personas en regiones tropicales y subtropicales de América, Asia y
África. Sus trabajos de laboratorio le permiten descubrir un primer prototipo
de vacuna, a base de la combinación de varias proteínas sintetizadas mediante
un proceso denominado SPf66. Con ello, Patarroyo no sólo halló un principio
capaz de prevenir el contagio de la enfermedad, sino que descubre también un
procedimiento para desarrollar íntegramente en laboratorio una vacuna.
Aunque la eficacia de la vacuna contra la malaria no es todo lo aceptable que
se podría desear, pues según los estudios se sitúa en un porcentaje de entre el
40 y el 60 % de los pacientes inoculados en niños menores de 5 años puede
alcanzar el 77 %, no obstante los resultados permiten albergar notables
esperanzas acerca de la erradicación de la enfermedad, más aun cuando nuevas
investigaciones en curso terminen por perfeccionarla.
Otro hecho que
honra a Manuel Patarroyo es su negativa a ceder o vender la patente de su
vacuna a las multinacionales farmacéuticas, pues es consciente de que esto
elevaría considerablemente el precio del producto final y perjudicaría
especialmente a los más desfavorecidos, aquellos a quienes va dirigida.
Consecuentemente, donó su descubrimiento a la Organización Mundial de la Salud.